El loco del alambrado

Cuando éramos chicos, con mi primo tuvimos una época en la que nos gustaba ver los partidos pegados al alambrado, cosa que ahora no me convence en lo más mínimo, pero reconozco que los goles y las llegadas de peligro se viven con intensidad ahí abajo.
En fin, el recuerdo que tengo en el alambre es el de un partido con Lanús en cancha de Ferro, a principios de los ’90. Hacía un frío glacial, y al lado nuestro se puso un flaco, alto, de no más de 28 o 30 años. Se puso a hablar con otro y, juro, pocas veces escuché tantas incoherencias. Empezó hablando del partido y terminó, no sé cómo, tocando el tema Malvinas, diciendo además que era de la barrabrava, mientras castañeteaba los dientes del frío que tenía. Cuando aparecieron los Simpson me di cuenta que era igual a Cleto, ese campesino medio bobo desdentado.
Como solíamos hacer en situaciones así, nos empezamos a reír en la cara del flaco, nunca fuimos muy discretos. Para el segundo tiempo, se esfumó sin dejar rastros, pero de esas palabras y de ese chillar de dientes no me olvido. Ah: ganamos 1 a 0, gol de Czornomaz.
1 Comments:
Saludos desde el Movimiento Argenlibre
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