El autógrafo del Ruso

Habiendo nacido en el ’77, empecé a sentir mi pasión azulgrana en los años ’80 –a pesar de que tengo camiseta desde mi primer día de vida-. Si bien no tengo muchos recuerdos de cuando jugamos en la B, sí me acuerdo de la impresionante marea de gente que colmaba las canchas a las que íbamos. Mis primeros ídolos azulgranas fueron los jugadores del torneo ’87-’88, subcampeones atrás de Newell´s.
A pesar de los goles de Perazzo y de las voladas de Chilavert, mi primer ídolo fue el “Ruso” Darío Siviski, un “ocho” bárbaro que dejó hasta la última gota de sudor defendiendo la azulgrana, y que también sabía jugar, llegando al gol bastante seguido.
Una tarde de 1991, de vacaciones con mi flía. en San Clemente, me crucé por primera vez en mi vida con un jugador de fútbol, en persona, sin alambrados ni televisor de por medio. Era el Ruso. Cabe aclarar que estábamos en el auto, y que prácticamente me tiré con el coche en marcha, lo que me valió un lógico reto. Como pude manotee un anotador de mi viejo y una lapicera, y poniéndome frente a mi ídolo balbucee “¿me das un autógrafo, Ruso?”. Por supuesto que accedió, y antes de subirme otra vez al auto le tiré un “volvé al Ciclón”, ya que en ese momento había pasado a Independiente.Con los años tuve la suerte de cruzarme con muchos jugadores, pero que el primero haya sido justamente él fue espectacular. Todavía hoy, en cada equipo que juego, en el momento de repartir las camisetas yo pido la 8.