Un lugar que no me hace feliz

Hace unos días escribí sobre la vez que la hinchada del ciclón llenó el gallinero con 70 mil cuervos. Sin embargo, ese es un lugar bastante ingrato para todos nosotros ya que, como sabrán, esos muchachos nos tienen completamente de hijos.
Pero, hace exactamente diez años, viví ahí algo diferente. Un 16 de marzo de 1996, The Ramones (mi grupo de cabecera) dieron en River el último recital en la Argentina de su carrera, fiesta inolvidable de la que todavía me acuerdo hasta en el más mínimo detalle...Toda la tarde en el campo de juego, aguantando hasta que toque la banda, las corridas por ataques a cinturonazos (por las que terminé en el foso), etc. En fin, todos los condimentos de un recital punk.
Por más que haya sido un muy buen recital, al final me fui triste, ya que jamás iba a volver a verlos más que por fotos o videos. Parece, nomás, que estoy condenado a irme siempre con un dejo de amargura en ese maldito lugar...